Me tomó un año recuperar mi tono natural y sentirme nuevamente yo. Ahí me di cuenta de que mi pelo es la corona que nunca me quito y que por más baja de pilas que esté, debo resguardarme.
Me tomó un año recuperar mi tono natural y sentirme nuevamente yo. Ahí me di cuenta de que mi pelo es la corona que nunca me quito y que por más baja de pilas que esté, debo resguardarme.